Es la imposibilidad de llegar a esa respuesta:
Qué es Dios?,
El porqué de las cosas…
Sin respuestas y
Siempre llegando
A un punto de misterio.
Un terrible misterio.
El porqué del tiempo por ejemplo,
Qué es el tiempo carajo?!!,
Cómo se sostienen los planetas
Y de dónde sacan energía para moverse?.
Será un mísero péndulo el universo?.
Y qué decir de la realidad.
Qué es la realidad?.
Si al final de los finales
Todo será quemado.
Si el tiempo no es más que un acuerdo
Con el cómplice agrado de la humanidad.
Qué será la realidad si nada perdurará?.
Hace ya un tiempo me he dejado abandonar a versos inconclusos, a rimas mal sonantes y a un mundo que no se si me aceptará. He querido crear este espacio para compartir parte de mis creaciones, que aunque no sean de la calidad mas apreciada, son mias y por eso las amo. Engendros de mi mente, simiente de mi alma Esenia. Y están aqui para quienes quieran tomar de ellos la musica antisonante de mi poesía. Esenio Paredes
viernes, 15 de julio de 2011
sábado, 9 de julio de 2011
Soneto 116
Que para la unión de las almas sinceras
yo no admita impedimentos. El amor no es amor
si se altera al enfrentar la alteración,
o flaquea cuando el que parte se aleja:
¡Oh, no! Es un faro siempre en pie,
que ve pasar las tempestades y nunca es derribado;
es la estrella para el navío a la deriva,
de valor incalculable, aunque se mida su altura.
El amor no es juguete del tiempo, aunque el carmín de labios y mejillas
caiga bajo el golpe de su guadaña;
el amor no se altera con sus cortas horas y semanas,
sino que todo lo soporta hasta el final de los tiempos.
Si estoy errado, y que eso se pruebe,
yo nunca he escrito, ni ningún hombre ha amado.
William Shakespeare (traducción libre)
yo no admita impedimentos. El amor no es amor
si se altera al enfrentar la alteración,
o flaquea cuando el que parte se aleja:
¡Oh, no! Es un faro siempre en pie,
que ve pasar las tempestades y nunca es derribado;
es la estrella para el navío a la deriva,
de valor incalculable, aunque se mida su altura.
El amor no es juguete del tiempo, aunque el carmín de labios y mejillas
caiga bajo el golpe de su guadaña;
el amor no se altera con sus cortas horas y semanas,
sino que todo lo soporta hasta el final de los tiempos.
Si estoy errado, y que eso se pruebe,
yo nunca he escrito, ni ningún hombre ha amado.
William Shakespeare (traducción libre)
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