Del pavor te vuelves presa
En la puerta del dolor
Con tus manos temblorosas
Desafias al temor
Un cuscurro de ternura
Va medrando tu destino
Vas lloviendo la amargura
Rojas gotas como el vino
Es el torvo de tus días
Que craquela tu corteza
Es el frio de la noche
Que despierta tu belleza
Del ajuar putrefaciente
Que la vida te ha dejado
Y el resuello ya distante
De un amor que te ha olvidado.
Ven amigo hasta mi mesa
Compartamos el mendrugo
Que hoy me llega la certeza
Que también yo fui un mendigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario