Olas constantes que vienen y van
Son tus inmensos encantos pueriles
Rocas de mi alma contienen tu mar
Resquebrajando mis ojos febriles
Fuerza del agua, vaivén incesante
Deja las charcas cargadas de esencia
Mueve la arena de sueños errantes
Moja mi mente de suave presencia
Aromas de niebla, espesura sin par
Cubren de gotas la verde explanada
Rociando lágrimas de contento mar
Redondo terruño, tranquila mirada
Impetuosas aguas de mi navegar
Tú serás mi mar y yo tu ensenada.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar